El artista colombiano está vendiendo como NFT su derecho a votar. Quien lo adquiera, puede decidir por él de por vida.
Usa el humor negro para llevar una idea a su peor posibilidad. La obra toma una postura de desconfianza frente al libre mercado, la tecnología y las dinámicas de la democracia en su país. Justamente en estas fechas son las elecciones en Colombia.
Lo entrevistamos para saber más de esta acción.
- ¿Por qué no te genera ningún conflicto ético vender tu voto?
Esteban Primitivo : Actualmente estoy haciendo obras alrededor de la idea de la trampa y la tecnología, de cómo la tecnología es una herramienta de poder, para ejercer poder sobre otrxs y cómo en el sur global se apropia la tecnología bajo las mismas dinámicas en espacios como la brujería, la piratería, el narcotráfico, etcétera.
No sé cómo sea en Mexico pero acá en Colombia la venta de votos es una cosa muy común, tanto así que más o menos se tiene una idea o consenso general de cuánto vale un voto. En muchas regiones apartadas del país los grupos armados financiados por políticos también pueden dictar en los pueblos por quién se debe votar. Me gusto el humor negro y el cinismo ya que me da pie para llevar una idea a su peor posibilidad, siento que la obra toma una postura de desconfianza frente al libre mercado, la tecnología y las dinámicas de la democracia en Colombia. No solo estoy vendiendo mi voto sino que estoy vendiendo
un derecho. En el colegio no enseñan que nosotrxs como ciudadanos tenemos derechos y deberes, y en medida que el Estado responda por nuestros derechos nosotros tenemos el deber de participar democráticamente , pero qué pasa cuando el estado no logra cumplir con un mínimo vital de salud, educación, seguridad…
En lo personal, más que un conflicto ético, la idea me da miedo, la posibilidad que en un futuro distante los estados sean reemplazados por mercados con un único fin económico. - Además de motivar a la reflexión, ¿realmente esperas que alguien compre el NFT o
con hacer la crítica basta?
Al principio me daba miedo que se tomara muy en serio el chiste, iba a darle un valor absurdo al voto pero luego lo resolví calculando el precio del voto actualmente (50.000-100.000 COP = 12.5 – 25 USD) y multiplicando por la cantidad de votaciones que voy a alcanzar a tener mientras viva, mi derecho va a fluctuar al mismo tiempo que el precio del dólar, un poco hablando de como mi bienestar de vida va estar siempre atravesada por la economía global. También tenía la duda de que pasaría si el estad colombiano decidiera castigarme por vender mi propio derecho. Muy diferente a la trata de personas u otro tipo de negocios donde se venden un montón de derechos ajenos, en este caso soy yo mismo quien se está poniendo a merced del mercado. Con la crítica basta, en lo personal veo a los inversionistas promedio de NTFS como gente que no le interesa lo que está comprando, solo veo acciones o tokens, si alguien llegara a comprar el NFT no vería más que una propiedad o una inversión, no muy distante a la relación que tiene el inversor cuando invierte en empresas multinacionales ignorando el impacto que generan en el sur global. En un escenario hipotético me gusta pensar que hubiera pasado si vendía mi derecho al mismo tiempo que un gringo o un europeo, cuanta es la diferencia de precio entre un derecho y otro, entre una vida y otra. Que no se logre vender también dice mucho, que mi derecho como latinoamericano esté en una plataforma de ventas y listado con un precio que fluctúa, ya vale la pena.